miércoles, 18 de julio de 2018




FERROCARRILES SECUNDARIOS DE CASTILLA, PRIMERA PARTE.



Vía estrecha. Una serie de líneas que cruzaban la meseta norte. Ya he hablado de ellas en este artículo:


Tiene unas estaciones magníficas, de las mejores que he visto. Algunas han sido rehabilitadas y otras han caído o han sido demolidas y prácticamente no queda nada de ellas. Por desgracia me pillan bastante lejos de Valencia y no puedo visitarlas (y fotografiarlas) tanto como me gustaría.  Como pasa siempre algunas estaciones no resultan nada fáciles de encontrar. Y esta cita del blog "Hoy salgo en moto", de Manel Kaizen, resulta muy cierta:



"Más allá, nos espera el olvido de unas estaciones que, si no han sido expoliadas hasta venirse abajo, ha sido por lo recóndito de sus ubicaciones: la de Velilla de la Sierra (23 habitantes), es imposible de encontrar si no llevas referencias, al final de un largo camino sin asfaltar, a una distancia casi intolerable del pueblo que le da nombre. Igual panorama hay en la siguiente, Arancón, perdida entre latifundios de cereal."





Doy fe de lo díficil que es encontrar la estación de Arancón, porque a mí me costó un buen rato dar con el camino bueno. Y peor aún lo tuve con la de Velilla de la Sierra. Se me hizo de noche y tuve que volver con las manos vacías. Pues bien, os pongo una estación perdida de otra modalidad... la modalidad "es fácil llegar hasta ella una vez HAS LLEGADO HASTA EL PUEBLO". Porque sí, llegar a Campazas, en Léon, parece fácil... En el mapa. Pero cuando llegas a un cruce de dos comarcales, sin ninguna señalización... Entonces hay que sacar una moneda y echarlo a suertes... En estos casos lo ideal es preguntar a algún vecino. Si es que aparece alguno.



Visité esta estación una fría mañana de diciembre. Me quedo con ganas de volver en verano, con todos los arboles verdes, o en otoño, con las hojas amarillas cayendo lentamente. Sólo estuve unas horas haciendo fotos, porque tenía que seguir viaje. Es uno de esos sitios donde creo que podía estar una semana entera y no me cansaría de ver y de fotografiar. ¿Verdad?



















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