sábado, 15 de febrero de 2020




LOS TRENES DE LA MANCHA, Primera parte.


Tengo que confesarlo. Coger el coche un sábado por la mañana para ir hasta la provincia de Ciudad Real ha fotografiar una estación, y luego volver por la tarde a Valencia es un poco paliza. Bueno, un poco bastante paliza. Muchas horas conduciendo para unas cuantas fotos. Y alguna más que hago por el camino, porque ya que pasamos por Alpera y por Chinchilla, pues vamos a desviarnos un poco y hacer algunas fotos, que son estaciones que he visto desde el tren, pero que nunca he fotografiado. Por desgracia, las encuentro valladas. Lo veo lógico, pero para mí es un fastidio. No suelo entrar dentro de una estación abandonada si lo veo peligroso. Pero sí me asomo a las ventanas y al vano de las puertas, y miro qué se ve por dentro. Y además, si la valla se extiende por todo el recinto, me lo ponen difícil para dar la vuelta y ver el otro lado, como es en estos casos. En fin, se hace lo que se puede. También me quejo del sol. Pero no tiene remedio. Uno hace las fotos cuando puede, lo digo siempre, no cuando quiere. Si fuera por mí, volvería al amanecer o al atardecer, con mucha mejor luz. O un día con un cielo con nubes... Pero hace meses que no cojo el coche. Hace meses que no tengo un día para ir a hacer fotos a estaciones, y encima me voy lejos, y tengo que volver en el mismo día, y estamos todavía en febrero y a las siete de la tarde ya es de noche, y nos quedamos sin luz para hacer fotos... ¿Y algo más...? Bueno, es parte de la vida del fotógrafo, nada especial. 

Por suerte el camino de entrada de la estación de Herrera de la Mancha ya casi merece la pena, con esta fila de almendros en flor. Y luego la estación no decepciona para nada. Está tal y como la había visto pasar muy rápido, sin tiempo para nada, desde la ventanilla de un Regional que subía desde Jaén y que terminaba en Madrid. Esta estación es una estación de una cárcel, no de un pueblo. Y eso ya la hace especial. Y luego está entre pinos y restos de casas totalmente arrasadas. Casas de las que no queda más que el suelo de azulejos. ¿Casas que servían de...? ¿Pensión para los presos que salían de la cárcel? ¿Para los funcionarios que cuidaban a estos presos? ¿Había un bar, un restaurante? ¿O eran ya parte misma de la cárcel? Tengo que investigar. Pero de momento sólo hay restos sin pasado. O un pasado que es puro olvido.



(fotos 1-2. Estación de Alpera, Albacete, un poco lejos del pueblo y por una carretera que se debió hacer en tiempos de Primo de Rivera y que luego no se ha vuelto a asfaltar nunca más. El pueblo, por cierto, está a sus buenos 800 metros de altura, y eso me hace pensar que más de un tren se habrá quedado parado aquí por culpa de una nevada repentina)






(Fotos 3-5. Estación de Chinchilla de Montearagón. Esta estación es importante porque de aquí arranca el ramal que baja hasta Murcia, por eso tiene un barrio junto a ella, aunque el pueblo queda un poco lejos, y tiene, delante mismo del edificio principal, una pequeña ermita)









(Fotos 6-9. Estación de Herrera de la Mancha. Muy cerca de la antigua cárcel del mismo nombre, que fue demolida en el 2018. Os dejo dos enlaces muy interesantes...)













Sobre la cárcel...











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