lunes, 24 de diciembre de 2018



SECUNDARIOS DE CASTILLA. DE PALENCIA A MEDINA DE RIOSECO.


De una de las estaciones que aparecen a continuación ya no queda nada. La última vez que pasé los dos muros que se mantenían casi de milagro ya estaban en el suelo. El tiempo no perdona. Pero todavía hay algunas que se conservan bastante bien, como la de Villamarín de Campos y hay otras han sido totalmente restauradas y se utilizan para algo muy distinto a lo que fueron construidas. Supongo que el destino de cada estación depende de muchas cosas, y el realidad no hay destinos mejores ni peores. Mejor dicho: si hay destinos peores. Como las del Teruel-Alcañiz que se construyeron y nunca vieron pasar un tren, ni tuvieron nunca un pasajero. Por suerte las de los Secundarios de Castilla hicieron lo que tenían que hacer. Y lo hicieron bien. Mientras pudieron. Mientras las dejaron. Como ya he dicho antes, algunas partes de estos ferrocarriles se han convertido en vías verdes. Me parece muy bien. Nunca será lo mismo que montar en unos viejos trenes de vapor. Pero al menos tenemos las fotos, los recuerdos, el paisaje actual (que no ha cambiado mucho), los muros de las estaciones que aún aguantan y la imaginación, y la imaginación, en las tranquilas tardes del invierno, hace que casi podamos escuchar el ruido de un tren en la lejanía. Luego lo que aparece es un grupo de ciclistas. O un grupo de caminantes. Y bien, muy bien. Eso tampoco está tan mal.



















domingo, 9 de diciembre de 2018






ESTACIONES DE CUENCA, SEGUNDA PARTE.


Pasando Tarancón hacia Cuenca encontramos la estación de Paredes (fotos 1-3). Pequeña y hermosa, entre los campos y muy cerca del pueblo que le da nombre. La tipología es la misma que otra estación abandonada no muy lejana: la de Cuevas de Velasco. Y también otra cerrada pero en buen estado de conservación, la de Chillón, ya muy cerca de la capital. Si continuamos hacia Valencia, al poco de dejar Cuenca nos encontramos la estación de La Melgosa (fotos 4-5), completamente abandonada y fuera de servicio, como muchas de este trayecto, tal vez desmesurada para el pequeño pueblo al que daba servicio. Eran otros tiempos y tal vez sea cosa mía, pero a la hora de edificar una estación me parece se pensaba en algo más que en criterios estrictamente funcionales. O tal vez no, pero lo cierto es que yo, cuando las veo, recuerdo siempre que entonces Renfe no era Renfe a secas, era "LA RENFE". 


fotos 1-3










Fotos 4-5











jueves, 6 de diciembre de 2018


FERROCARRIL ZARAGOZA- UTRILLAS. TERCERA PARTE


La zona más alta de este ferrocarril no es el final de la línea, que ronda los mil metros, sino un poco antes, cuando abandona Muniesa y me mete en las sierras que impiden el paso fácil hacia el valle del río Martín. Tiene que dar un largo y complicado rodeo, hasta llegar a Segura de los Baños, después de curvas muy cerradas, pendientes muy fuertes y terribles trincheras, es casi un milagro que no haya sido necesario hacer un túnel. Luego empieza a bajar a toda prisa hasta cruzar el río y después ya va recto hasta la estación final, en la zona llamada "Lavaderos", aunque desde ahí parten pequeñas líneas hasta las distintas bocas de las minas, ya pasando Utrillas. Un pequeño tramo ha sido recuperado y vuelve a circular con un pequeño trenecito de vapor en algunas fiestas y días especiales, lo cual atrae a muchos turistas y viajeros a los museos mineros de Utrillas. Hay que decir que se encargan de este tren un grupo de voluntarios, y eso tiene mucho mérito.














Os pongo el enlace del tren, por si alguno tiene interés en visitarlo. Recientemente han ampliado la línea y llega hasta el mismo pueblo de Utrillas. Cuando yo monté en él, hace dos años, era gratis, y tenía mucho éxito. Eso sí, tienes que ver los horarios, porque no funciona todos los meses:
























FERROCARRIL ZARAGOZA-UTRILLAS. SEGUNDA PARTE


Este ferrocarril era largo, como ya he dicho, tenía más de cien kilómetros, y eso da para muchas estaciones y muchas casetas ferroviarias, colocadas en los cruces y en los puntos peligrosos, como los puentes y las trincheras. Era un ferrocarril muy difícil, muy valiente, que subía desde los doscientos metros hasta los mil cien, que atravesaba zonas muy montañosas, frías y desérticas. Y aunque sólo tenía dos túneles (y bastante pequeños) tenía muchos puentes, muchos terraplenes y muchas trincheras, algunas muy largas y hondas, tanto que uno se las imagina cubiertas de nieve en los duros inviernos y comprende lo difícil que sería circular por esta línea. En la zona de Muniesa se conservan, además de la estación del pueblo, muchas casetas ferroviarias. Aquí he puesto unas pocas, además de algunas fotos de la estación.























FERROCARRIL DE SÁDABA A GALLUR.


El ferrocarril de vía estrecha de Sádaba a Gallur no es un ferrocarril muy conocido si no eres un aficionado al ferrocarril o no vives por la zona. Quedan muy pocos restos, porque era un ferrocarril modesto, que no tenía grandes obras de infraestructura porque corría por tierras fértiles y llanas. La única gran población que encontraba en su camino era Ejea de los Caballeros, y después de su cierre su estación se convirtió en la estación de autobuses. La única obra digna de mención, el puente sobre el Ebro, desapareció muy pronto y los nuevos campos se tragaron la antigua plataforma de la vía. Por eso, la estación de Biota, muy lejos del pueblo, permanece como un extraño mausoleo en mitad de la nada. Está muy bien conservada, aunque cerrada a cal y canto, y eso aumenta la sorpresa del viajero que se tropieza con ella por casualidad, sin saber qué o quién la dejó olvidada ahí.
















domingo, 28 de octubre de 2018



FERROCARRIL ZARAGOZA- UTRILLAS. INTRODUCCIÓN.



Fue uno de los más largos ferrocarriles de vía estrecha del país. Muy parecido al de Ojos Negros-Sagunto al ser también un ferrocarril minero, que arrancaba en las remotas, frías y áridas montañas de Teruel y iba a morir a Zaragoza, después de cruzar estepas y bosques, barrancos y sierras. Su trazado era muy complicado y su historia también, con la destrucción de la Guerra Civil y los ataques de los maquis. Entre los aficionados al ferrocarril tenía fama de ser un tren difícil de fotografiar, con una especie de leyenda extraña a su alrededor. Hoy no queda casi nada, pero lo que queda es espectacular. En las minas de Utrillas se ha recuperado un pequeño tren a vapor que circula en algunas fiestas y que tiene mucho éxito, porque además del tren, uno puede aprovechar el viaje para ver los museos mineros. Toda una forma de vida y una forma de vivir que quedó encallada en el arrecife del tiempo. Y ahora nos parece algo exótico, pero no queremos pensar en lo duro que debía ser trabajar en las minas y llevar los pesados trenes cargados hasta su destino, y más teniendo en cuenta lo duro del clima y de la geografía aragonesa.



































FERROCARRIL SANTANDER-MEDITERRANEO. DE SORIA A BURGOS.



Una de las partes más bonitas de un ferrocarril que atravesaba algunos de los paisajes más hermosos de Castilla y León. Toda la provincia de Soria tiene grandes atractivos naturales, pero la parte más conocida y más turística es la zona de los pinares, en el Norte de la provincia, y este tren se mete de lleno entre enormes pinares que se pierden hasta el horizonte. Sube a 1200 metros y luego baja, muy lentamente hacia Burgos. Algunas estaciones han sido convertidas en albergue, otra ha sido cedida a particulares y funciona como vivienda, y otras están abandonadas. Las hay de distintos tipos, desde grandes estaciones como la de Salas de los Infantes, a modestas estaciones como la de La Revilla, pero todas están en plena naturaleza, entre bosques, sierras y campos. Sólo por eso ya merecen la visita.







Fotos 1-3. Estación de Salas de los Infantes.









Foto 4. Estación de La Revilla. Está siendo restaurada, pero ignoro con qué fin.







Foto 5. Estación de Barbadillo del Mercado. Por desgracia, la valla me cerraba el paso.






Foto 6-8. Estación de San Leonardo de Yagüe. En muy buen estado y una de las pocas que está pegada al casco urbano. Es una vivienda particular. Esta parte del ferrocarril ha sido recuperado como vía verde.