Saliendo de Alcira nos metemos en un valle muy largo y hermoso, rodeado de altas montañas. Estamos cerca del mar, pero no se nota. Aquí nos tropezamos con el antiguo ferrocarril que salía de Carcagente y, pasando por Gandia, llegaba hasta Denia. Es un ferrocarril de vía estrecha muy curioso, porque empezó con tracción animal, y porque tiene dos partes muy bien definidas: la primera, hasta Tavernes, es todo montaña, aunque con pendientes suaves, porque la geografía permite el paso hacía la costa y sólo hacen falta algunas trincheras, algunos terraplenes, varios puentes pequeños y curvas no muy cerradas. Sin embargo el paisaje es totalmente de montaña, con bosques de pinos y sierras altas y agrestes. Pero al llegar a Tavernes de Valldigna el tren alcanza la llanura de la costa y ya prácticamente todo será un larga recta hasta Denia, pasando por Gandia, donde enlaza con otros ferrocarriles de vía estrecha. No hay nada que destacar más que el cruce del río Serpis, al salir de Gandia, que obligaba a un gran puente. Todo el resto es pasar por una huerta muy fértil y llana, que no pone ningún obstáculo al tren.
En un viaje rápido puedo parar un momento en la estación, totalmente reformada y muy vistosa, de La Barraca de Aigües Vives, en el centro del valle. Esta zona se ha adaptado para ser una agradable vía verde, muy recomendable para excursiones pequeñas. Por desgracia hay otras partes de este ferrocarril totalmente perdidas, como pasa al salir de las montañas y llegar a las cercanías de Tavernes. La estación de Simat de Valldigna, por ejemplo, está ahora rodeada de naranjos y forma parte de una finca particular. Sí se puede ver el apeadero de Aguas Vivas (no confundir con la estación antes nombrada), que está junto a la carretera, en la zona más alta del valle. Os dejo algunas fotos...
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